Crepúsculo revolucionó un pueblo

No sólo los protagonistas de esta exitosa y taquillera historia de amor son acosados por la prensa y los fanáticos ya que ahora un pequeño poblado de Washington también perdió por completo la calma…

“Cuando uno antes decía que era de Forks, la gente se te quedaba mirando. Ahora cuando se enteran de dónde eres, se quedan sin aliento…”, aseguró un habitante de Forks, un pequeño pueblo norteamericano ubicado en el estado de Washington.

Ocurre que Forks, lluviosa ciudad de tres mil ciento setenta y cinco habitantes, es el lugar que la escritora Stephenie Meyer decidió utilizar como escenario principal de la novela Twilight (Crepúsculo) y sus secuelas New Moon (Luna Nueva), Eclipse (Eclipse) y Breaking Dawn (Amanecer).

Desde que se publicó la historia de amor entre la joven mortal Bella Swan, papel que en la pantalla grande desarrolla la actriz Kristen Stewart, y el vampiro Edward Cullen, personaje interpretado por el actor Robert Pattinson, Forks se convirtió en un importante centro turístico.

Miles de fanáticos de todas partes del mundo arriban a Forks con la esperanza de visitar la estación de policía en la que trabaja el papá de Bella, fotografiarse junto a la camioneta de la adolescente, degustar alguna exquisitez en la cafetería del Forks Highs, lugar en el que se ven los protagonistas por primera vez, o encontrar el tronco cubierto de musgo de la playa de La Push, el hogar de la tribu Quileute de donde desciende Jacob Black (Taylor Lautner).

Claro que Forks no fue el único poblado beneficiado por la pasión que Crepúsculo despertó entre los amantes de este género ya que los vecinos de Port Ángeles, ciudad que se encuentra pegada a Forks y que también se nombra en la saga, han observado un cambio notable en su economía.

El más privilegiado es el restaurante Bella Italia ya que desde que la estrella femenina de Crepúsculo decidió comer ravioles con champiñones luego de ser rescatada por el valiente y apuesto muchacho, transformó al plato en el más pedido por los cientos de comensales que se acercan a diario.

Fuente: Infobae