Prisionera

SEGUNDO GRAN CAPITULO DE PRISIONERA!!!!

A continuación oí que la ventana de mi coche se rompió…

Capitulo 2: ¿Para qué callar?

¿Por qué lo hacía? ¿Por qué fingía? ¿Qué tanto disfrutaba engañándome?

“¡estúpida, completamente estúpida!” yo seguía llorando, enterrando mis uñas en mis brazos entrelazados; tal vez con el dolor físico podría suprimir el dolor espiritual. Mi corazón dolía y yo estaba vacía, sin vida; era impresionante cómo lastimaba, meciéndome desesperadamente oí cómo abría la puerta de mi auto, yo grité agudamente en rechazo al sonido, estaba desolada y deseaba estar sola.

-¡tranquilla, no te hare daño!- su voz astuta sonaba calmada, yo estaba hastiada ¿Cómo podía ser tan hipócrita? Seguí meciéndome pero esta vez aun mas rápido; toda mi prudencia característica era innecesaria en estos minutos, gimiendo fuertemente cada vez que él se aproximaba a mí-¿Qué te sucede?... ¡no llores fray! cualquier cosa que te haga sufrir, no vale la pena-eso era cierto ÉL no valía la pena, pero lo amaba y esa era la razón de mi llanto, esta ilusa estaba repudiándose a sí misma por creer en cuentos de hadas “basta ya, déjame en paz, maldito desgraciado”-fray ¿Qué te sucede mi niña? No sufras, no llores ¿no vez que me parte en corazón verte así?- yo seguía llorando frenéticamente. Él acorto la distancia que nos separaba, intentando acariciarme, me aleje disparada al extremo opuesto a él gimiendo fuertemente de reproche- está bien, no te hare nada, llamare a bella…tal vez hables con ella y te desahogues- yo ya yo estaba gimiendo, solo lloraba en silencio, pensando en el cuento, en mi cuento, en la pesadilla, mientras él se alejaba me relajaba, seguía llorando, seguía meciéndome pero lenta y sordamente.

-¡fray! ¿Qué tienes?- era la voz de la única persona posiblemente MÁS SINCERA DE TODAS, yo seguía llorando calladamente”no podía parar, ni quería parar” , bella se acerco y me acaricio suavemente el cabello- ¡por favor Mike, llévate a todos para otro lugar!… por favor, déjennos solas- ella sonó suplicante, lo que me comprobó que el público era extenso, probablemente toda o casi toda la escuela. Se oyó el murmullo de voces disiparse lentamente ¿Por qué lloraba por él?- ahora sí, ya estamos solas… Fray ¿Qué te pasa? Por favor dime-me suplico mientras me acariciaba de nuevo, esta era la persona que más se acercaba al termino AMIGA de todas las chicas con las que compartía en la escuela-shhhh, ¡sea lo que sea, lo lamento, pero no llores fray, de verdad me haces sentir mal!- ella me abrazó, sin parar de acariciarme, sin embargo en el instante en el que pronuncio la última frase, se le quebró la voz; ya no era solo yo la que lloraba, ella también lo hacía. -desahógate, llora, lloremos las dos, así el sufrimiento será mutuo y más llevadero- en ese instante, correspondí su abrazo y volví a romper a llorar sonoramente estrechándola con fuerzas, necesitaba ese abrazo

-¿Por qué él, por qué a mí? … ¿de verdad lo merezco? – dije llorando ruidosamente, ella me acariciaba la espalda.

-shhhh, llora, llora todo lo que quieras, llora conmigo- decía ella de forma suave, dolorosa y amigable, todavía seguíamos abrasadas llorando

-¡por favor llévame lejos, te lo suplico, no quiero estar aquí! Dije suavemente intentando no volver a llorar “intento fallido” rompí en llanto otra vez.

-cálmate, nos vamos a mi casa, tu mamá no te puede ver así- lloré duramente abrazándola con fuerzas.

-gracias bella- dije casi sin aliento; lentamente calme mi llanto hasta que por fin desapareció, aunque internamente el dolor seguía latente.

-ya llegamos, no tienes cara de buenos amigos, toma, límpiate la cara, maquíllate un poco, no querrás que mi papá pregunte el POR QUÉ de tu llanto, sabes que casi no sé mentir- me pasó un paño húmedo con olor a bebé, luego una toalla, después el polvo y para disimular mis ojos rojos, me paso los lentes negros de Alice.

-de verdad gracias- dije casi en un suspiro mientras bajaba de su coche, abrió la puerta de su casa y el señor Charlie nos saludó.

-hey chicas, ¡hola fray¡ ¿Qué tal?- dijo el hombre con entusiasmo

-hola Charley- mi voz sonó extremadamente ronca

-¿Qué te sucede?-dijo ansioso mientras bella me miraba insistente

-gripe y conjuntivitis- dije mintiendo para que bella no nos delatara

-no te preocupes lo malo pasa rápido- dijo Charlie, “lástima que aquello fuera mentira, ya que este dolor no cedía”

-Papá, fray se va a quedar esta noche en casa-

-necesitamos hacer tareas-dije sin ánimos otra vez, el hombre asintió y se sentó a ver un partido en la tele. Subimos las escaleras lentamente, abrimos abrí la puerta de su cuarto, caminando sin fuerzas, arrastrando los pies, mirando al suelo; se oyó cerrar la puerta.- ¿ahora si me dirás que sucedió? – otra vez rompí a llorar, ella se acercó y me abrazó, yo ya no tenía fuerzas “¿de qué valía callar?”

-¡Mike me mintió!- dije entrecortadamente mientras la abrazaba, llorando sin cesar

-¿Mike? ¿Qué pasa con Mike?- Ella dijo confusa

-yo salía con él, estábamos saliendo en secreto por petición de él, un hace tiempo-dije separándome de ella, mirándome mis manos, haciendo una pausa-discúlpame por no contarte- seguí llorando sutilmente para que Charlie no oyera- hoy oí a Mike hablando con…con… - volví a llorar sin medida, la abrace otra vez

-shhh, desahógate, no te preocupes por mí, todos escondemos secretos-me acarició el cabello.

-lo oí hablar con Jessica, todo era una farsa, ¡él solo se acerco a mi por interés!-lloré más fuerte, ella seguía abrazándome y yo desvanecía en los brazos de bella MI AMIGA.

-tranquila, ahora ya lo sé y no llores por él, no vale la pena, sé que es duro pero no hay que sumergirse en ello, yo sé que eres fuerte y lo superarás- yo seguí llorando silenciosamente, comí llorando, me cambié llorando, llorando, llorando y llorando hasta conciliar el sueño “mañana será un día diferente”

La mañana estaba densa, sin vida, vacía, al igual que yo, todo estaba semioscuro, el sol era como de costumbre, no se veía, las nubes eran oscuras todo estaba desolado “¿Qué ironía?”

-hola fray- dijo bella animadamente

Me levanté lentamente sin mirarla a la cara, me dirigí a la ventana y observé el paisaje que se asomaba en ella

-ya tomé una decisión- dije secamente

CONTINUARA…